Más claro, agua: allí encontró las entrevistas y los artículos periodísticos escritos por y/o sobre la labor que desarrollan Pablo Cingolani -periodista de este medio- y el antropólogo Álvaro Díez Astete -entre otros profesionales que conforman el grupo denominado como Expedición Madidi- y no tuvo inconvenientes en utilizarlos para la escritura de la novela de marras. Cometió un olvido imperdonable: no citar sus fuentes. Por ello, después de un año de denuncias mediáticas, Cingolani y Díez Astete se cansaron de esperar que la autora reconozca la verdad y apelaron a la justicia. Tras haber presentado la denuncia y las declaraciones correspondientes, ahora consiguieron dar el gran paso: que la justicia boliviana cite a la española a declarar bajo la sombra del Illimani. Ellos esperan con ansia que la novelista se presente.
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Decisión judicial
El juez boliviano Constancio Alcón, a cargo del Juzgado Tercero de Instrucción en lo penal de la ciudad de La Paz, sede de gobierno de la República de Bolivia, dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público boliviano contra la escritora y periodista Matilde Asensi y el Director Editorial de la Editorial Planeta S.A. Carlos Reyés expidió el exhorto suplicatorio correspondiente para que la autora de la novela "El origen perdido" y uno de los responsables de su edición acudan a Bolivia citados por la justicia para comparecer y prestar declaraciones informativas con relación al proceso penal iniciado por el historiador y periodista Pablo Cingolani y el antropólogo Álvaro Díez Astete por el delito de hurto de información histórica, arqueológica y antropológica de su autoría que Matilde Asensi utilizó para la escritura de su novela "El origen perdido", sin ningún tipo de autorización.
Matilde Asensi y Carlos Reyés deberán presentar sus declaraciones, acompañados de sus abogados, en las oficinas de la Fiscalía de Distrito de la ciudad de La Paz el día 31 de julio del año 2006 a las 9 de la mañana.
El pedido fue hecho por el Dr. Gregorio Blanco Tórrez, fiscal de materia de la División de Delitos Económicos y Financieros de la Policía Técnica Judicial de la República de Bolivia y aprobado por el Juez Alcón en fecha 14 de mayo del presente año y legalizado el pasado 2 de junio. El proceso ha seguido avanzando: la Decana en ejercicio de la Presidencia de la Corte Superior de Justicia del Distrito de La Paz autentificó las rúbricas del documento en fecha 6 de junio.
El exhorto, a través de la Cancillería de la República de Bolivia, será enviado a las autoridades españolas para que ellas puedan notificar a los denunciados. Los denunciantes confían en la celeridad de los trámites que están efectuando en el ámbito de la gestión gubernamental que encabeza el Presidente Evo Morales ya que la defensa del patrimonio cultural es parte
Los Toromonas y la Expedición Madidi
Cingolani y Díez Astete son miembros de un grupo científico denominado Expedición Madidi que trabaja en el parque nacional boliviano del mismo nombre, considerado uno de los más importantes del mundo por sus valores de biodiversidad.
El Parque Nacional Madidi, de casi 19.000 kilómetros cuadrados de su superficie, está situado en el noroeste de la República de Bolivia, en las últimas estribaciones boscosas de la Cordillera Oriental de los Andes. Alberga algunas de las formaciones mejor conservadas de Bosque Húmedo Tropical de la Región Amazónica boliviana y grandes extensiones del mismo siguen siendo desconocidas o poco exploradas.
Al interior del parque, en el sector del río Colorado y las nacientes del río Heath, los investigadores -durante sus primeras labores de campo realizadas durante los años 2000 y 2001- hallaron evidencia suficiente para establecer una hipótesis firme en torno a la existencia de un grupo indígena aislado o no contactado denominado Toromonas en las crónicas históricas y por los pobladores de las comunidades indígenas situadas en la zona de influencia como San José de Uchupiamonas, Asariamas y Puerto San Fermín.
Los Toromonas habitaban la cuenca media y baja del Río Madre de Dios cuando arribaron los primeros conquistadores españoles durante el siglo XVI, procedentes desde el Cuzco. Los misioneros católicos fracasaron en sus intentos de reducir y evangelizar a la etnia durante los siglos posteriores. A finales del siglo XIX, cuando empezó la época del auge de la explotación del caucho amazónico, los Toromonas seguían habitando los territorios circundantes al río Madre de Dios. Sin embargo, después del genocidio que sufrieron los pueblos amazónicos por la acción de los caucheros, empieza su desaparición de los registros históricos. En la actualidad, de manera oficial, el Estado boliviano los considera un pueblo no contactado por el resto de la sociedad nacional.
Cingolani y Díez Astete anunciaron y publicaron los resultados de sus estudios y de su búsqueda en la región del río Colorado por distintos medios, incluyendo Internet. Ambos han acusado a la escritora Matilde Asensi de bajar sus informaciones de la red y utilizarlas para escribir la parte fundamental de su novela "El origen perdido", un éxito de ventas en España. La labor de los investigadores ha sido reconocida en Bolivia con dos declaratorias de "Interés Nacional" por parte de la Cámara de Diputados los años 2001 y 2005 y destacada también por numerosas instituciones internacionales, entre ellas la Alianza Internacional por la Protección de los Pueblos Indígenas Aislados de la Amazonía y el Gran Chaco, uno de cuyos integrantes es Sydney Possuelo, Premio Príncipe de Asturias por su labor en pro de la defensa de los derechos humanos de los Pueblos Indígenas Aislados y ex Ministro de Asuntos Indígenas del Brasil.
Esperan a Matilde Asensi
Consultados los investigadores sobre la citación que expidió la justicia boliviana para que Asensi acuda a declarar en los tribunales de La Paz, Cingolani lo consideró "un acto de justicia no sólo con relación a nuestra labor sino sobre todo con la lucha por la defensa y protección de los pueblos indígenas aislados de la Amazonía". Agregó que "desde ya, esperaremos con ganas que Asensi se presente a declarar y nos brinde sus explicaciones". El antropólogo Díez Astete -que incluso figura en la novela con su nombre y apellidos reales como un personaje más de la misma- indicó que también desea que la autora alicantina efectué sus declaraciones informativas en la sede del gobierno boliviano. "Tuvimos que apelar a la justicia para que se reconozca nuestro empeño y esfuerzo por resolver uno de los últimos enigmas etnográficos que tenemos en Bolivia como es la existencia o no del grupo Toromona. Ansiamos que, de una buena vez, se conozca la verdad"- finalizó."
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